Rodrigo y su arte con la cámara

Por: Julia Damacio.

Vivir la fotografía con el corazón, no es fácil, no a todos nos nace. Rodrigo Ezequiel Méndez encontró su pasión x la fotografía en una macro fotografía que realizó de un honguito en una planicie de Quetzaltenango. Ese honguito fue el punto

de partida para que él decidiera dedicar su vida a la fotografía, gracias a él descubrió lo que hasta hoy es su pasión y estilo de vida.

Rodrigo Ezequiel, vive en la Aldea Las Palmas, del municipio de Coatepeque, Quetzaltenango. Es estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en el Centro Universitario de Suroccidente, en Mazatenango, Suchitepéquez. Y según él, gracias a los conocimientos superiores que ha ido adquiriendo ha mejorado en la fotografía. Aunque ha recibido algunos cursos sobre la temática, su talento es innato, puesto que ha sido autodidacta y de allí ha aprendido y mejorado sus técnicas.

Observando sus álbumes, descubrí una serie a la que él denomina “Minimundos del Mundo”. En estas imágenes el utiliza la técnica de fotográfica en donde se coloca la cámara en un trípode de manera vertical y se toman fotografías de manera continua, foto tras foto, sin perder la línea del horizonte o buscando un punto de unión. Luego de obtener unas 10 o 12 fotografías, estas se trasladan al programa de edición llamado AUTOPANA, donde se une las fotografías, luego se trasladan a Photoshop, y se le aplica el efecto cilindro.

Sin saber el procedimiento, de cómo se crea una imagen así, pensé: eso debe der arte. No cualquiera hace una cosa así. Y

es que al venir de Rodrigo, se puede esperar cualquier invención. Y no porque él sea mi amigo, sino porque admiro el talento y la habilidad que ha desarrollado con la cámara. Al ver esas imágenes, la que llamo más mi atención fue la de una iglesia. Y es que la forma cilíndrica no permite ver ni de donde es.

Es muy interesante ver las palmas fuera de la órbita terrestre. Lo verde que se ve como una colina o montaña pequeña, las casas y la iglesia en el centro y lo más hermoso: el cielo azul y sus nubes blancas. Si bien es cierto que el arte es belleza, para mi es bello ver lo que se puede lograr manipulando un aparato y dominando ciertas técnicas de edición.

La fotografía es en palabras del propio Rodrigo: “el arte al que decidí dedicar mi vida, sé que es difícil decir eso en un país como Guatemala, pero decidí hacerlo, hacer todo tipo de foto, hasta la de parque para las familias; la fotografía es el arte más universal que existe y es algo que te conecta con todas las demás personas, pues trato de trasmitir sentimientos; lo más importante para mí es disfrutar lo que hago, lo que es mi formación y lo que voy descubriendo”…

Además de la fotografía, Rodrigo ha desarrollado otras habilidades como la pintura, la música y el dibujo. Y eso es muy interesante, porque me atrevo a decir que es un artista que busca introducirse en otras disciplinas; aunque su pasión y arte de sus amores es la fotografía.Aun no se identifica con alguna corriente estética, porque según él aún le falta aprender muchas cosas. También afirma que tiene mucho que mostrarle al mundo, y uno de sus sueños al terminar su vida universitaria es encontrar una corriente estética donde ubicar su arte y afirma que algo que le ha ayudado mucho a mejorar en el arte de la fotografía son sus clases del curso Semiología del Mensaje Estético, el cual está a punto de concluir.