domingo, 27 de octubre de 2013

Las licencias literarias de Ángel Castillo

Por: Rosa Elisa Pérez.


Al realizar la tercera columna para este ejercicio de análisis y compresión del arte pensé en que me hacía falta una rama esencial y que es construida por solo un solo artista, quiero hablar de la poesía. Cuando empezó a escribir lo primero que
vino a mi mente fue el recuerdo de cuando escuche y conviví por primera vez con el poema del cual quiero aprendamos analicemos el mensaje.



Una noche de jueves lluviosa visite el hogar del poeta coatepecano Ángel Castillo, un hombre sonriente y alegre de 59 años, que recuerda que desde primero básico descubrió el talento que había heredado de su padre. Según me explicó su padre le declamaba poemas que ahora tiene como recuerdos. Sus primeros romances con adolescentes lo llevaron a intentar escribir y darse cuenta de la facilidad que tenía para rimar las líneas de sus poemas. Castillo nació un 15 de agosto en el Hospital Nacional de Quetzalenango pero con tan solo días de nacido su madre y padre decidieron vivir en Coatepeque, desde entonces se ha dedicado a escribirle a su pueblo, cultura, tradiciones, romances y experiencias.

Ahora hablemos del poema que quiero presentar de este poeta pero antes tengo que contarles donde lo leí por primera vez. Aún recuerdo el toque de la campana y las faldas de uniforme. Estaba cursando tercero de primaria en la Escuela de niñas Rafael Álvarez Ovalle, como siempre las maestras realizan festival de declamación y teníamos que practicar pues solo una de las más de cuarenta niñas representaría la clase. Se preguntaran porque explico todo esto y es que ese poema me gustó tanto lo repite una y otra vez que se adentró en mí. Lo recordaba siempre y hasta mi madre me decía que nunca lo iba a olvidar. Lo más ilógica es que hasta hace algún tiempo no sabía que era del poeta de quien les hablo. Mi sorpresa fue cuando en plática con él le dije que un poema que me gustaba mucho es ¡Yo no cambio mi Marimba!, pero que en la escuela no recuerdo que me hayan dicho el autor. Cuando supe que él lo había escrito me aferre más al poema.

¡Yo no cambio mi Marimba!
Yo no cambio mi Marimba
porque soy Guatemalteco
y nací en la tierra linda,
luz de América del centro.


Y admiro su teclado
que es estro del hormigo,
cuando nobles sabias manos
le profesan su cariño.


Yo no cambio mi marimba
porque Mayas milenarios
le arrancaron sinfonías
que en mi alma se incrustaron.


Si mañana estoy distante
de mi patria generosa
será dulce acompañante
la marimba melodiosa


Yo no cambio mi marimba
pues su génesis Indiano
es la flor de tierra mía
para el mundo soberano


Y recuerdo los recreos
de la infancia alba y tierra
cuando auténticos maestros
la elevaban en la escuela


Yo no cambio mi marimba
aunque algunos le desdeñen
y les pido en cada día
que a los niños se la enseñen


Lo que viva en su mensaje
es la voz de Guatemala…
¡Viva, viva mi marimba!
¡Gran orgullo de mi raza!


Para comprender a profundidad el poema es analizar en cada estrofa los temas diferentes. El primer código es cultural ya que todos sabemos que la Marimba es el instrumento nacional y representa la identidad de Guatemala. En la segunda estrofa habla del hormigo, se refiere al árbol del cual proviene la madera que se utiliza para fabricar el instrumento esto es otro código cultural ya que todos nos deberían de enseñar. En la tercera estrofa el código es cosmológico menciona la cultura maya. Otra frase interesante es el génesis indiano que quiere hacer referencia que desde el inicio de nuestra cultura el instrumento es un derecho.

El mensaje estético es que no es solo madera que siempre debe escucharse en los parques, es inicio de nuestra cultura lo que nos representa como país, que nos hace cantar y gritar el amor a nuestra patria. Un poema que no habla del amor al próximo sino un amor desinteresado y al cual se le puede cantar.


Por último y para agregar: el poeta Ángel Castillo ha escrito aproximadamente doscientos poemas desde que inició este arte de la literatura y publicado varios poemarios. Según explica sus poemas hablan de su tierra y vivencias que ha tenido en ella. Me llama la atención que el habla de licencias literarias e indica que cada autor es libre de escribir como lo desea ya sea si quiere usar palabras rebuscas o sencillas, si quiere que ser cortó o largo eso va a depender de como utilice su permiso para escribir.


A pesar de que nunca le enseñaron como escribir, siempre ha sido autodidacta y le fascina leer y así aprendió de sonetos además como definir entre rima y prosa. Castillo comenta que los poemas que ahora escribe han madurado y que no se podrían comparar con los del pasado. Sus líneas son de catorce versos de octosílabas ósea once sílabas que pueden ser rimadas o acentuadas.


Además se considera compositor lírico ya que ha escrito 80 canciones. Algunas de ellas han sido grabadas por La Marimba Orquesta Gallito y la Orquesta Pájaro loco. Otras marimbas orquestas también ejecutan sus melodías.


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