viernes, 10 de mayo de 2013

¿Quién habla de la otra realidad del Genocidio?

Por: Albert E. López.
"...pero del daño sicológico que ha dejado a varias familias campesinas el hecho de sobrevivir en otro ámbito, que no es en el que nacieron los pueblos mayas, poco se aborda o se habla".

Luego de la espera de 30 años de pobladores del área Ixil, por reclamar justicia. En Guatemala desde el pasado mes de marzo se lleva a cabo el debate oral y público en contra de Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez, procesados por los delitos de genocidio y deberes contra la humanidad por su presunta responsabilidad por la muerte de mil 771 pobladores del área Ixil, entre 1982 y 1993.
A dos mes de haber iniciado el debate oral y público contra el ex Jefe de Estado. El 08 de mayo el Ministerio Público -MP- solicitó al Tribunal Primero A de Mayor Riesgo una pena de 75 años de prisión para los militares retirados José Rodríguez y José Efraín Ríos.

La pregunta que me he hecho en los últimos días luego de haber tenido la oportunidad de recorrer varias partes de nuestro lindo y saqueado país, es... el conflicto armado interno como todos sabemos dejó secuelas de mucho dolor, dado a las atrocidades cometidas por el ejército, contra las comunidades del altiplano y de otras partes del país.
Menciono el altiplano, porque quiero rebobinar un poco la historia de esta nación, en los 36 años de guerra entre hermanos, el resultado fue que indígenas campesinos se vieran desplazados hacia las montañas y otros con un poco más de suerte emigraron a territorio mejicano.
Luego de firmados los Acuerdos de Paz, en el año 1996, se dio la oportunidad para que muchos hermanos que se encontraban -refugiados- en México, lograran retornar a territorio nacional. Lo inaudito de esto es que voy a mencionar o citar como ejemplo; hermanos campesinos e indígenas de la Comunidad el Triunfo, Champerico, Retalhuleu.
Varias familias originarias del área Ixil tuvieron la oportunidad de asentarse en la comunidad el Triunfo, como parte del programa de retornados luego del proceso de paz, el lugar -parcelas- fue seleccionado por el gobierno para brindarles un espacio de tierra para su subsistencia o producción agrícola. ¿Si alguien se pregunta y esto qué?

A lo que quiero llegar es que muchos hermanos que nacieron en Quiché y las causas de la guerra interna los hizo emigrar a otro país, donde pasado los años se les trae de vuelta y se les dota de tierra, pero con la desdicha que el lugar escogido ya no es donde nacieron, sino en otro lugar, donde para empezar el clima es diferente y desde luego las costumbres de igual manera.
Les tocó a los hermanos Ixiles, adaptarse al calor de la costa y desde luego el frío de sus lugares de origen pasó a un segundo plano. Trae esto a colación los artículos 66 y 67 de la Constitución Política de la República de Guatemala. El artículo 67 señala “Las comunidades indígenas y otras que tengan tierras que históricamente les pertenece y que tradicionalmente han administrado en forma especial, mantendrán ese sistema”.
Acaso el hecho de tenerlos o haberlos ubicado en otro lugar no viola derechos a poder desarrollarse en sus lugares de donde eran nativos u originarios. La Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 04 habla de “Libertad e Igualdad” y por ende reza que no se menoscabe la dignidad de los ciudadanos.
De esa otra realidad es la que poco se habla, el poder mediático está enfocado en el tema Genocidio, pero del daño sicológico que ha dejado a varias familias campesinas el hecho de sobrevivir en otro ámbito, que no es en el que nacieron los pueblos mayas, poco se aborda o se habla.
Con esto dejo claro mi posición que desde luego se debe aplicar lo que indica el artículo 376 y 378 del Código Penal, a los autores de las masacres en contra de la población campesina e indígena de nuestro país.

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