lunes, 21 de octubre de 2013

Alfredo García, sueños en lienzo.


Por: Albert E. López.

El pintor Alfredo García de raíces quetzaltecas, sus primeros pasos en el arte plasmado en lienzos lo desarrollo en el seno
de la familia, virtud que fue afinando en la belleza de los elementos más insignificantes de su entorno. Uno de los objetos trazados han sido los paisajes del altiplano y de los cuales bastó con enamorase para poder llevarlos a la práctica del pincel.

“Me gustaba mucho jugar futbol, pero llegaba el momento en que mis tíos no le gustaba que lo hiciéramos con mis primos. Entonces, de castigo, nos ponían a dibujar”. Como mi tío era maestro, tenía materiales didácticos que compartía refiere García.

Este pintor destaca en la importancia de tener una propuesta concreta para llegar lejos en el mundo del arte para ello se basa en la propuesta de la simplificación del paisaje. Lo cautiva la naturaleza dándole un color, una forma, un volumen al detalle más insignificante que pueda revelar la campiña.

En sus inicios como pintor, García no estaba definido en el tipo de paisaje que hacía, se puede vislumbrar algunos rasgos técnicos impresionistas, pero no era exactamente impresionismo. Basado en la evolución y con el objetivo de lograr avanzar, surge la propuesta de hacer una simplificación del paisaje.

Coloridos cielos, casas simples, sillas gigantes y tonalidades pastel conforman su más reciente muestra, imágenes de nubes que transmiten un claro romance entre el pintor y su obra. A primera vista pareciera que los cuadros estuvieran pintados en un sólo color. Una de las intenciones de sus obras es la tranquilidad, la paz y la calma, además de rescatar la arquitectura original del área rural.

Las artes del pintor quetzalteco -sueños plasmados en un lienzo- se encuentran inmersas en un contexto más abierto a propuestas y expresiones propias del arte moderno, que se diferencia de las artes tradicionalmente conocidas como arte contemporáneo.

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