sábado, 1 de junio de 2013

Sobre la lluvia, el transporte, u otras cosas



Por: Inés López*


"Mi pregunta ahora es ¿qué hacen ustedes cuándo la inspiración se va?  Y la otra,  ¿acaso no desesperan, o es que su ausencia es un bálsamo para la mente. Un síntoma de paz mental".




Como el viento, va y viene


Seguramente les ha sucedido, esto de la escritura es así, a veces brota incontenible como  “agua de mayo” y en un santiamén surgen miles de palabras que piden a gritos ser puestas en el papel;  en otras ocasiones, por mucho o poco que tengamos en el pensamiento, no hay “forma” de darle “forma” a esas ideas y plasmarlas para la eternidad. Lo que quiero decir es que, en mi mente está todo un cúmulo de información y/o expresiones que deseo compartir con ustedes, pero que, no logran hacer “clic” para plasmarlas.

¡Tanto por escribir!


Por ejemplo, pensaba contarles de cómo puede ser eso de vivir desconectado de la  Internet en estos días, inicié la historia y se esfumó; quise hablarles de mis aventuras de todos los días para llegar a la oficina a través del “moderno” sistema de transporte en la ciudad de Guatemala, pero hay algo que aún no termina de “cuajar”, para que sea una interesante lectura; después, intenté escribir de la lluvia y las cosas positivas y negativas que su presencia causa en el país, no encontré una fórmula para escribir de esto que no fuera tan dramática y deprimente. 


Stand by


Y estoy aquí, sentada frente a la pantalla de la computadora, con el grito de una sirena de ambulancia que recorre a prisa las calles de esta zona empresarial, el murmullo de las voces de mis compañeros de trabajo que hablan de las “pautas” de sus cuentas, del diseño de tal arte, y de los comentarios de los usuarios en relación a cierta publicación en Facebook. A menos de medio metro mi compañero de módulo, se pierde entre cientos de tuits, mientras yo intento descifrar cuál es la melodía electrónica que escuchamos (a pesar de la distancia, escucho) a través de sus audífonos.


Preguntas varias


El aroma del cigarrillo que recién fumó mi compañero del lado izquierdo,  me estimuló a continuar escribiendo.


Mi pregunta ahora es ¿qué hacen ustedes cuándo la inspiración se va?  Y la otra,  ¿acaso no desesperan, o es que su ausencia es un bálsamo para la mente. Un síntoma de paz mental.

Antes de terminar, es necesario contarles que, el cielo de esta tarde, última de mayo, es reconfortante, brumoso y con un aire que coquetea con las ramas de los árboles de pino, y de sauces llorones,  en una calle ataviada de carros.

*Columnista invitada.

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