viernes, 7 de junio de 2013

Fanatismo imperante

Por: Albert E. López.

"Actuar pronto para no lamentarnos a futuro...".

Uno de los flagelos que más sufre la población guatemalteca es los altos índices de violencia que acampan a todas horas. Nadie está seguro en ninguna parte, pero el colmo de este cáncer es que hasta los escenarios deportivos se fomente de parte de malos aficionados o fanáticos de equipos, en este caso de liga mayor, estos hechos vandálicos.

La referencia de violencia en escenarios deportivos se demarca a Estadios de Futbol del balompié nacional, a todas costas estas formas de actuar de malos aficionados no puede seguir, las consecuencias del operar de los cafres que llegan a observar un encuentro de deportivo.Luego de finalizado los 90 minutos reglamentarios, la oncena perdedora y ante la incapacidad del equipo (local o visitante) de poder ganar en el campo, quieran los seudo aficionados cobrárselas con sus propias manos un resultado favorable que no se pudo obtener en la gramilla.

Lo sucedido en el estadio Mario Camposeco la noche del cinco de junio, cuando por medio de la televisión nacional, se pudo ver la forma de como un grupo de aficionados del cuadro local, agredían a tres jugadores del equipo de Comunicaciones luego de finalizado el encuentro. Esta situación de violencia en el estadio referido no es la primera vez que pasa.

En torneos anteriores, aficionados de otros equipos de liga mayor han sido agredidos por la afición chiva, por esta razón la Nacional Civil ha intervenido y se ha tenido que evacuar a la afición visitante por la gramilla del estadio para luego conducirlos por una de las salidas de emergencia con que cuenta el Mario Camposeco.

Lo ocurrido en el juego de ida de cuartos de final del Torneo Clausura 2013, tendrá que hacer que el Órgano Disciplinario de la Liga Mayor de Futbol de Guatemala, siente un precedente sancionado drásticamente al equipo de Xelajú, primero por la falta de seguridad en el encuentro y dado a la reiteración de hechos vandálicos en ese escenario deportivo.

El problema no se queda ahí en lo local, este grupo de vándalos seguidores del equipo lanuda, en el torneo apertura 2012, cuando visitaron el estadio Carlos Salazar Hijo -Mazatenango, Suchitepéquez- fueron los responsables que un aficionado venado fuera impactado por uno de los objetos que lanzaron durante el encuentro Suchi – Xela.

El resultado del golpe recibido por el aficionado mazateco, fue el daño al ojo izquierdo y que por poco pierde la óptica del sentido referido. Este actuar de la afición de Quetzaltenango desde luego no puede generalizarse, es un pequeño grupo que le está haciendo daño a todos los seguidores del equipo Xelajú.

Esperemos que el Comité Ejecutivo de la Liga Mayor, no vaya accionar cuando en el estadio Mario Camposeco ocurra una tragedia, hay que detener a los delincuentes que llegan a empañar un partido de futbol. Actuar pronto para no lamentarnos a futuro y para ello el ente respectivo dictamine una sanción ejemplar, que pueda servir para que en otros escenarios deportivos ya no se den estos hechos monstruosos. Suficiente actos de violencia tiene este país que día a día se desangra.

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