Por: Steffani de León.
"Es momento de empezar a tomar conciencia, es momento de abrir los ojos y darnos cuenta del daño tan grande que le estamos haciendo a nuestro ambiente".
Me gusta sentarme junto a mi padre y abuelo y escuchar sus
aventuras de niños. Cuando jugaban en los bosques, perseguían ardillas y
conejos o cuando se escapaban con sus amigos a los ríos para disfrutar de un refrescante
baño y que sin sentir el tiempo les entraba la noche.
Pero, ¿qué pasa ahora?, hemos acabado con nuestros bosques negándonos
a nosotros mismos un aire más puro y sano. Acabando a la vez con nuestra fauna.
Donde queda el lema que todos decimos cuando nos están enseñando a cuidar el
ambiente “cada vez que se corta un árbol debemos de sembrar diez”. Todos lo
repetimos, pero ¿cuántos lo cumplimos?
Es triste el que nuestros niños y jóvenes no puedan disfrutar de
aquellos lugares que nuestros padres tuvieron la oportunidad de ver y disfrutar.
Que no puedan ir a un río para disfrutar de un baño y luego comer a la orilla
de él, sin que un pedazo de plástico pase cerca o que restos de comida se
prendan en nuestros cuerpos.
Dónde quedaron aquellas flores parasitas que se encontraban incrustadas
en las peñas como también en el tronco de los árboles viejos, que adornaban
nuestros bosques pintándolos de colores.
Es momento de empezar a tomar conciencia, es momento de abrir los
ojos y darnos cuenta del daño tan grande que le estamos haciendo a nuestro
ambiente. Pero sobre todo el daño que nos hacemos a nosotros mismos, a nuestros
hijos y a todos nuestros seres queridos.
Podemos empezar desde lo más sencillo, como depositando la basura
donde corresponde y no donde se nos pegue la gana, reciclemos. También debemos
de cuidar el agua y no desperdiciarla, utilicemos únicamente la que
necesitamos.
Tanto que nos quejamos del calor y tan sencillo que es combatirlo. Sembremos un árbol en casa y notaremos la diferencia.
Tanto que nos quejamos del calor y tan sencillo que es combatirlo. Sembremos un árbol en casa y notaremos la diferencia.
Si no lo proponemos y tomamos conciencia poniendo manos a la obra,
en poco tiempo estaremos disfrutando nuevamente de esos bosques tan hermosos y
coloridos. De esos días de campo con nuestra familia al lado de bellos y
limpios ríos.
Pero si hacemos lo que hemos venido haciendo los últimos años, olvidémonos
del oxígeno que nos dan los árboles. Y del agua que la obtenemos de nuestros
ríos que cada vez están más contaminados y secos por la tala excesiva de
árboles.
No esperemos que alguien más cambie para cambiar nosotros,
recordemos que el cambio lo hacemos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario