lunes, 21 de octubre de 2013

Fernando Iturbide, ¡Viva Féliz!

Por: Julia Damacio.

Cuando entre al Centro Cultural de España, en la ciudad capital, específicamente a un espacio con paredes blancas, muy blancas, justo a la mitad de la pared, colgadas, una serie

de pinturas en óleo de alguien de quien nunca escuche hablar, de quien nunca supe nada hasta ese día. La exposición, una celebración a la vida, decía. Claro, el lema de él era ese, vivir féliz. Ahora les cuento por qué.

La pintura es una de muchas formas de expresión artística que tienen como objetivo establecer un diálogo en el que se manifiestan elementos del contexto histórico, de la actualidad y la propia vivencia del artista, o lo que él quiera mostrar, dependiendo del mensaje que quiera dar; eso muestra las obras de Iturbide. Si existen muchos idiomas en el mundo, es porque hay muchas formas de conocer la realidad. La pintura es una de ellas.


Fernando Iturbide fue un pintor guatemalteco que murió en 1993. Su obra fue más conocida en el exterior es ¡Viva Féliz! Entre otros lugares, radicó en Inglaterra, EE.UU., India y Grecia. La serie estuvo inaccesible al público guatemalteco durante un tiempo. Una de las posibles causas es que murió por complicaciones del VIH, en un país bastante conservador y donde existen muchos estigmas.

Las líneas de trabajo y los temas que abordó son la creación, la vida, la sociedad. Por supuesto, su visión positiva del mundo, resumida en las palabras Viva feliz, pero también

aspectos más profundos, como una visión zen de la realidad, una actitud de estar presente, en el aquí y el ahora, muy relacionada con las filosofías orientales, que recientemente se han puesto de moda en Guatemala, donde toda la información llega con retraso.

Es excepcional su trabajo como artista. Entre sus obras, encontramos reflexiones pictóricas sobre la física cuántica, realizadas a finales de los años 70. En la exposición que vi la mayoría son acrílicos sobre tela, aunque también es necesario mencionar que Iturbide abarcó otros campos como el diseño de modas, la literatura y la fotografía.

La pintura que más llamó mi atención fue un cuadro que, como toda la serie estaba compuesta de líneas, puntos y signos que se pueden interpretar según la perspectiva de observador. Sin embargo, este cuadro tiene algo mucho más significativo, para mí, que todos los demás. Observe el cuadro y noté que, lo que al principio vi como globos ascendentes, realmente eran espermatozoides. Eso tiene muchos significado, si tomamos en cuenta que son quienes dan inicio a una nueva vida junto con un óvulo.

Los colores que predominan en esa pintura, y en toda la serie, son el celeste, amarillo, rojo, rosado, blanco y negro. Los espermas que viajan hacia arriba en el cuadro, se funden en el cielo junto con el sol. Un cielo limpio con un sol radiante. Eso permite darnos cuenta que el mensaje de su pintura es la vida. Sus obras sin un reflejo directo de la realidad.

Quizás algunos dirán que son solo puntos, líneas y color, pero realmente hay que tomarse el tiempo y ver el mensaje que tiene la obra. Iturbide ha usado en esa serie la expresión de una forma distinta a la normal, no se sabe exactamente si lo que para mí es un espermatozoide, para él realmente sea un globo. Lo que sí está claro es que cada trazo nos evoca un estímulo de interpretación.

Lo que me queda es invitarlos a visitar el Centro Cultural de España, en Ciudad Capital de Guatemala, antiguo Teatro Lux (6ª. Av. 11-02 zona 1, tercer nivel), la exposición estará abierta hasta el 26 de octubre. Tómense ese tiempo, y luego me dicen si la serie de Iturbide no les parece lo mismo que a mí.


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