jueves, 18 de abril de 2013

La salud en el área rural aún no llega



Por: W. Jimmy Cárdenas.

Por aras del destino tuve una visita  relámpago  a uno de los lugares más olvidados de mi linda Guatemala, la Aldea San Juan Los Encuentros, San Andrés Villa Seca Retalhuleu, es uno de las muchos poblados de la parte baja del departamento, se encuentra a 229 kilómetros  de la ciudad capital y a 78 de la cabecera departamental.


Mi estadía en ese lugar fue  alrededor de ocho horas;  tiempo que me sirvió para visitar a más de la mitad  de las  60 familias que ahí habitan, entrevistar a madres,  padres y a muchos niños fue una experiencia para jamás olvidar, por momentos sentía que me encontraba  en  una habitación oscura donde solo existen quejas, lamentos y la narración  de un sinfín  de  problemas socioeconómicos que viven a diario cientos de personas.


En medio de estos lamentos sobresalía un gigantesco problema “El sistema de salud” situación que ven con preocupación los más de 400 habitantes, ya que no cuentan con un centro de salud, pero si cuentan con una pequeña choza de madera, tapizada de hojas de diarios y con dos carteles pintados con crayón y letras no bien hechas, dos sillas de plástico y una incómoda cama con petate, unas cuantas cajas de jarabe para la tos, varias docenas de pastillas para la fiebre, unos pequeños goteros con medicina para los ojos y nada más.


A ese lugar  me llevó don Manuel  Soto,  persona que tiene más de 12 años de colaborar  ad honorem  con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de  esa jurisdicción. En aquella incomoda choza  don Manuel me mostró algunos medicamentos,  los desempolvó un poco y los tomé con las puntas  de los dedos terminé de quitar el polvo y vi las fechas de vencimiento, como era de esperarse, la medicina estaba caducada.


Seguí ojeando cada rincón y pude constatar que me encontraba en un lugar donde cada objeto que se encontraba ahí estaba adornado de polvo, agitado  por el viento que emana  las deterioradas calles de terracería y sacudida por el trasporte pesado de la industria azucarera que circula muy cerca de donde se encuentra el  desdichado “Centro Permanente de Salud” de aquellas tierras olvidadas.


Mi charla con don Manuel duró aproximadamente hora y media, pude escuchar muchas historias tristes de gente que llega agonizando con él, con la esperanza de poder encontrar algo de medicina para apaciguar el dolor pero lamentablemente no encuentran el medicamento adecuado.


También fui testigo de cómo las plagas de zancudos amenazan día y noche a la población, según relatos recogidos de las personas aseguraron que las jornadas de fumigación no se llevan a cabo muy a menudo, la enfermedad del paludismo lo ven común y que hay casos muy seguidos de dengue, que son tratados en el centro de salud del casco urbano o en el hospital de la cabecera departamental de Retalhuleu.


Las enfermedades como la diarrea y  hongos en los pies son las más propagadas, cabe mencionar que en la aldea de San Juan Los Encuentros no hay agua entubada  y que ninguna persona cuenta con servicio de drenajes, ni recolección de basura, actividad que sirve para que la proliferación de plagas aumente día con día y con ello las infecciones gastrointestinales. Según vecinos en ese sector las autoridades gubernamentales  no ejecutan  proyectos porque las autoridades locales (COCODE), no gestionan.


Luego de ver tanta pobreza y tanto descuido por parte de las autoridades, me retiré de aquel lugar pero mi mente quedo vagando he imaginándome  de lo terrible que es vivir ahí.  Me sentí destrozado ya que en pleno siglo XXI haya gente sufriendo las desigualdades de un país donde pocos tienen y a muchos les hace falta, pocos gozan y muchos sufren, donde los que tienen el poder se olvidan de la gente que necesita de un medicamento, donde niños y niñas  se encuentran sufriendo males como la desnutrición crónica donde el 52 por ciento de los niños del área rural sufren este mal.


Pero la preocupación más grande que me dio fue saber que los niños con este padecimiento tienen menor crecimiento corporal, lo cual ocasiona que en los primeros dos años de vida sufran una pérdida irrecuperable en su desarrollo cognitivo. Esto repercute en el aprendizaje y la productividad de adultos, dañando de por vida a un guatemalteco más.


Analizo y llego a una conclusión, como es que en el MSPAS se manejen millones de quetzales al año, pero comunidades como San Juan Los Encuentros no haya un buen medicamento para la población que realmente lo necesita, será por falta de voluntad política o realmente no hay dinero para apoyar a la gente en el área rural.  Me gustaría que los señores que tienen el poder y que lo manejan a su sabor y antojo vinieran a vivir por lo menos unos días a estas comunidades, para que se dieran cuenta  como estamos, como vivimos y que se pregunten ellos si realmente es humano que se pueda vivir sin salud, ¡exigimos que cumplan con los servicios básicos de salud!

2 comentarios:

  1. Exelente nota mi estimado, no es sino una radiografia del status de muchas comunidades a lo largo de nuestro pais, comunidades olvidadas porlas acciones gubernamentales que no ven en ellas estimulo alguno para proveerles los servicios basicos minimos, su interes por ellasya paso en la epoca decampañas politicas, ahora son sentenciadas a continuar diluyendo su precario estilo de vida luchando por no morir ni de hambre ni de enfermedades. saludos patojo.

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  2. Gracias Luis Ruano por su comentario, este tipo de trabajo es un poco de lo que tenemos que contribuir todos, denunciar y hacerles ver a las autoridades que estamos olvidados y que necesitamos más atención!!!

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