Por: Jimmy Cárdenas.
“En el mar ya no existen peces, en la tierra ya no hay animales, en el aire no vuela ningún ave”.
Hace
un poco más de 300 años atrás, mis abuelitos me contaban, que sus
abuelitos les relataban que años atrás existían muchos animales, campos llenos de jardínes y montañas, también habían gigantescos árboles. Por cierto yo no los conozco, porque donde vivo sólo veo concreto,
edificios, murales y fabricas.
Quisiera regresar en el tiempo y poder bañarme en lo que supongo era un
río, agua que nacía de lo más profundo que la tierra. A veces me siento
triste porque quisiera comer algo natural, puedo ver en las plataformas
de internet imágenes de lo que eran los antiguos platillos. Entre estos el pepián, kackik, caldo de chipilín y yerba mora, mole
de plátano, la flor de izote, dulce de ayote y muchas cosas más.
Quisiera dejar estas cápsulas y manjares que mi mami me da por las
mañanas según ella para ya no comer todo el día, me encantaría estar
en aquella época donde se comía tres veces durante el día, quiera
degustar tantas cosas.
Quisiera
conocer las ballenas, las ardillas, los tigres, las jirafas, las
cebras, las culebras, y muchos animalitos más, soy un niño desdichado ya
que no conozco ningún animal, me siento triste por nacer hasta este
ciclo, si hubiera nacido muchísimos años atrás; podría haber conocido, vivido y
disfrutado minuto a minuto mi existencia.
Hoy
sólo hay desastres por todas partes. Ya no hay agua, hay mucho calor,
quisiera conocer la lluvia, lo que más odio es llevar conmigo todo el
tiempo estos tubitos con mascarillas y mangueras, porque el aire está
contaminado, quiero regresar el tiempo y hacerle conciencia a mis
antepasados que no contaminen, que no destruyan sus fuentes de riqueza
natural.
Hace
unos meses atrás, mi papi me regaló mi primer carro volador, lo fuimos a
estrenar y me llevó a lo que un día fue el Lago de Atitlán, hoy sólo se
aprecia un enorme hoyo, ya se ha secado, todo por la culpa de mis
antepasados, que no supieron cuidar. Los robots en la escuela nos
cuentan historias muy bonitas pero yo no quiero nada de eso, no quiero
que me lo cuenten, me pone muy triste.
En
el mar ya no hay peces, en la tierra ya no hay animales, en el aire no
vuela ninguna ave, todo porque contaminaron, destruyeron, ensuciaron,
acabaron con lo que un día fue el país de la Eterna Primavera, hoy en
día es de la eterna soledad y sequedad. Sólo espero que me pueda
comprar un boleto al planeta que acaban de descubrir los científicos
que se parece a la tierra, y si es cierto que ahí se puede vivir, me
aseguraré y valoraré todo lo bonito que se destruyó en el planeta
tierra. Pero mientras tanto sigo viviendo en este mundo artificial.
Ahora
le invito a que reflexione un momento y piense en los nocivos que somos
los seres humanos con el medio ambiente. ¿Será que la tierra llegará
con vida a esa fecha? ¿Será que las personas del futuro conocerán
nuestras bellezas naturales? ¿Tendremos agua? ¿Qué planeta le vamos a
dejar a nuestros descendientes? ¿El planeta resistirá todo el daño que se
le está haciendo? ¿Habrá vida en otro planeta? ¿Se llama "medio ambiente" porque ya acabamos con la otra mitad?
Por
eso hoy les digo cambiemos nuestros hábitos, luchemos juntos por un
medio ambiente, por un mundo más saludable; no contaminemos nuestra
tierra, por favor no destruyamos.
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